La fiesta de San Antón comienza en la víspera (16 de enero) con la realización de una gran hoguera en la Plaza del Concejo, hay que decir que antiguamente se realizaba en la Plaza Mayor. A la vez que se enciende la hoguera se tocan las campanas de la iglesia y se lanzan cohetes.
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Alrededor de la hoguera, vecinos y curiosos se acercan para charlar y tomar exquisitos aperitivos y vinos de la tierra que ofrece el Ayuntamiento. Al día siguiente se venera al santo con misa y procesión por las calles del pueblo. El día de fiesta contiúa hasta por la noche.
Reseñaremos aquí que, antiguamente, cuando se hacía la hoguera en la plaza mayor, los jóvenes montados a caballo saltaban
la hoguera entre el griterío y alborozo de los presentes. No solo con caballos, sino también con otras bestias como burros o mulos y así homenajeaban al Santo, que es el santo de los animales.
También, durante las fiestas, se pedía por las casas limosna para San Antón. Estas limosnas las pedían el Sacristán y los Monaguillos y consistían básicamente en productos de alimentación (chorizos, garbanzos, migas, pernejón, que es el codillo de cerdo, etc...) y después se subastaban públicamente y el dinero obtenido era para el Santo.